Netflix entra en la industria del Videojuego
Netflix ha decidido tener videojuegos disponibles en su app para móviles, noticia que coincide con un anuncio de resultados que denotan cierta fatiga.
Las denominadas ‘streaming wars’ puede que estén cerca de llegar a otro territorio. Tras meses de rumores, noticias y fichajes de ex creativos que apuntaban a ello, es oficial. Netflix introducirá videojuegos próximamente en su aplicación.
La compañía de Los Gatos a lo largo de su historia ha dado varios pasos. Empezó enviando DVDs a sus clientes por correo postal, después abrió el que podría ser el terreno de las películas y series bajo demanda en línea. Luego comenzó a hacer sus propias películas y series. Y ahora tocan los videojuegos.
Sin embargo, ¿A qué responde el ingreso de Netflix en un campo ya tan competido? La contestación podría no estar en el propio sector de los videojuegos, sino en casa.
¿Cierto agotamiento? Netflix no puede dejar de crecer
La noticia coincide con el anuncio de sus resultados del segundo trimestre de este 2021, que como los anteriores, comienzan a demostrar cierta ralentización en su crecimiento.
Es cierto que todos los datos de Netflix se debe verlos echando un ojo por el espejo retrovisor al fabuloso (para ellos) 2020, en el cual la cuarentena mundial impulsó sus altas como nunca antes.
A lo largo del último trimestre, Netflix consiguió 7.340 millones de dólares en ingresos, sin embargo no cumplió con las expectativas referente a consumidores, debido a que se quedó en 1,54 millones de altas nuevas, una cifra por abajo de lo deseado y por supuesto bastante lejos de los 16 millones que impulsó el mismo lapso del año pasado.
No es la primera ocasión que Netflix atisba cierto estancamiento, con 209 millones de suscriptores a escala mundial, que curiosamente concuerdan con un mayor beneficio al no haber podido rodar muchas de sus producciones por cuestiones sanitarias. En el segundo trimestre de 2019 ya perdió usuarios en USA y Canadá, donde está más asentado y cuenta con más seguidores, algo que además ocurrió este trimestre.
Con las dudas, por ende, a que esta tendencia logre extenderse a otras zonas donde ya hay asentados otros players del streaming, Netflix confirmó frente a los inversores su proyecto para exponer videojuegos en su app, algo que parecía evidente tras el fichaje hace una semana de Mike Verdu, un veterano de la industria que ha trabajado para compañías como Electronic Arts (EA) y Zynga.
Videojuegos sí, pero no para competir con las consolas, sino con Disney Plus
Por ahora, lo que se conoce es que dichos videojuegos aparecerán en la versión móvil de su aplicación, no va a tener coste adicional a su suscripción, y que, en realidad, van a ser videojuegos, no formatos audiovisuales interactivos como ha intentado con Bandersnatch desde 2018, aunque sí una evolución de ellos.
Netflix comentó formalmente a los inversores que está en las «primeras fases de expansión en los videojuegos», en voz de su director de contenidos y desde hace un año también co-CEO, Ted Sarandos.
«Vemos los juegos como otra nueva categoría de contenido para nosotros, similar a nuestra expansión a películas originales, animación y televisión sin guion», comenta Netflix en su carta a los accionistas, donde también aseguraban que “inicialmente, nos centraremos principalmente en juegos para dispositivos móviles».
El movimiento parece evidentemente una manera de explotar de forma propia los derechos de las marcas que Netflix ha creado en este tiempo como produciendo sus propios contenidos, como Stranger Things, pero también de buscar vías alternativas a otras que ha adquirido, como The Witcher o Masters del Cosmos. Al fin y al cabo, hacer sus pinitos en lo que Disney lleva haciendo durante décadas con su merchandising y sus partes de atracciones.
Pero es que también, habilitar dichos juegos podría ser un nuevo agujero de gusano para lograr lo que más requiere la plataforma: retener a sus usuarios, en especial a los más adolescentes. Ciertos informes independientes muestran que si bien la tasa de abandono de Netflix es de las más bajas, esta métrica -el nombrado churn rate– estaba yendo a más entre los jóvenes norteamericanos.
Una apuesta que se veía venir de lejos, pero sin hacer tanto ruido
Desde la propia compañía se explica su acceso en los juegos como una incursión inicial: «Creemos que es el momento adecuado para aprender más sobre cómo nuestros miembros valoran los videojuegos, pero tenemos esperanza en que se convierta en una parte fundamental de nuestra oferta de suscripción», comentó Greg Peters, director de operaciones de la organización, durante la llamada de resultados de la compañía.
Netflix había dado numerosas muestras de su interés por meter por lo menos la punta del pie en este sector. Y no solo con rumores, ya había hecho pinitos con contenidos como Stranger Things para consolas y PC. Los ejecutivos de la plataforma, comenzando por su director general, Reed Hastings, han reflexionado a lo largo de años sobre el hecho de que los videojuegos son una fundamental fuente de competencia por lo mismo que en un fin último compite Netflix: tiempo de descanso y dinero.
Más precisamente, The Information informó a inicios de esta primavera de que la compañía estaba tomando en cuenta dar un clúster de videojuegos a sus suscriptores, parecido a los que Apple da por medio de su servicio Apple Arcade o Google con Stadia. A ello se sumó la contratación de Verdu, adelantada por Bloomberg la semana pasada.
Sin embargo hay otra lectura posible, y es cómo finalmente Netflix ha terminado alejándose de lo que parecía ser uno de sus mantras: hacer solo una cosa bien. A lo largo de años, se ha preguntado a los ejecutivos de Netflix en qué momento iban a entrar en la puja de retransmisiones de deportes en directo -en esta última llamada, sin ir más lejos-, o si agregarían publicidad o pagos extra por negocio.
Un entretenimiento cada vez más híbrido
La apuesta de Netflix abre una ventana totalmente nueva y una posible nueva vía de ingresos que también pueden explorar otras plataformas. Al igual que las plataformas de streaming pasaron de ser repositorios de contenido a ser generadores, y que hayamos observado cómo películas destinadas al cine hayan pasado de manera directa por ellas, cada vez quedan menos definidas las fronteras de lo que se puede hacer o no por medio de una misma plataforma.
Que Netflix finalmente desee transformarse en un centro de entretenimiento multiformato parece algo natural con su fin último: mantenernos enganchados a la pantalla y hacer que la idea de anular nuestra suscripción cada vez tenga menos motivos.